miércoles, 18 de mayo de 2011

LA ALARGADA SOMBRA DEL VOLCÁN. (Segunda parte)

Imagino lo que surgió del corazón de mi padre, por que compartí su nerviosismo cuando comencé a leer aquellas líneas. Un viaje descrito en  primera persona, una aventura en la tinta de un palmero, de un agricultor, de uno de los fundadores de San Antonio.

“Hace un año que salí de mi tierra. Tan verde que el agua brotaba de las paredes. Y sin embargo, el hombre había dejado secar los viñedos que tan buena fama nos habían costeado. Cereales; desde el Cabildo nos piden que plantemos cereales, esta tierra esta hecha por y de vino. Sabía que esta idea sólo nos iba a traer hambruna y pena. 
Salí de La Palma y me instalé en Lanzarote, pensé que estaría más cerca, pero hoy creo que no volveré nunca. Lanzarote se mueve bajo nuestros pies y la gente dice que la tierra escupirá fuego, que acabará con sus ciudadanos y que de ella surgirá otra isla. Es una locura, pero tengo una esposa que tiene hambre y miedo, y dicen que Gran Canaria no está tan lejos. Mi mujer tiene familiares allí que están mejor que nosotros, se pueden cultivar más cereales y la tierra no es tan yerma. 

Mañana partimos. Otro barco más. Además he descubierto que mareo.

Llevo sólo un mes aquí y Juan, el concejal del pueblo, habla de tierras lejanas, de conquistar y de ser los primeros de un  nuevo pueblo en América, para ello deberíamos embarcarnos, pero esta vez con el objeto de fundar un pueblo en lares cuyos mapas recién se han terminado y la tinta aún permanece fresca. No entiendo mucho, no soy tan culto como él, aunque sé escribir y el maestro siempre me tuvo en alta estima. Pero el mundo ha cambiado mucho desde mi infancia; y si soy sincero, tengo miedo.
Mi mujer está emocionada, creo que vamos a aceptar su oferta. A comienzos del Marzo próximo partiremos a tierras lejanas. Me encantaría saber ya qué me voy a encontrar.



Vamos hacia Tenerife, una pequeña balandra, la San Telmo, nos lleva hasta el puerto desde donde partiremos. Juan me recomienda que apunte la fecha, pues dice, va a ser muy importante.
El viaje se planea para el 4 de Marzo de 1730 de Nuestro Señor.

Los días caen uno tras otro y el cielo no da tregua. El viaje se retrasa; además, el capitán asegura haber visto embarcaciones enemigas. Así que “Nuestra Señora de la Trinidad y del Rosario”, tendrá que seguir esperando atracada en puerto. Al menos ya estamos todos unidos y se puede decir que nos conocemos. Hemos tenido que comer de las provisiones dispuestas para la travesía, por que a pesar del retraso, las autoridades no han querido ayudarnos. Llevamos dos semanas en puerto, metidos en este cascarón, no sé como algo tan pequeño puede atravesar la inmensidad del océano. Esperaba un barco imponente, y creo que no soy el único.

Por fín partimos del puerto de Santa Cruz de Tenerife, el 27 de Marzo de 1730 de Nuestro Señor. Llevamos un eterno mes en este odioso barco, con un mar tan en calma que crispa los nervios del más cauto. Los vómitos, mareos, dolores de cabeza y de estómago son el pan de cada día. Gracias a que Juan conserva el juicio y nos tranquiliza y aconseja. Siempre viene bien un hombre cultivado en estos momentos de desazón. Es descorazonador ver la infinidad del mar…

Estamos a 10 de Mayo de 1730 de Nuestro Señor. ¡Puerto al fín! Nunca había deseado tanto algo. Estos últimos días en la embarcación han sido una locura, el mar embraveció de golpe y se rompió la botavara, pero en seguida se solucionó y pudimos arribar a puerto, que era el deseo de todos nosotros. Nunca un viaje había cambiado tanto mi ser, pero en un sitio tan pequeño y con toda esta gente es difícil no plantearse ciertas cosas. Tocamos tierra emocionados. Es como si hubiéramos vuelto a nacer y tuviéramos que aprender de nuevo a caminar. Nos recibe un buen señor que se presenta como gobernador de La Habana, está muy moreno y su gran sonrisa lo hace muy característico. Nos atiende como a personas ilustres, nos otorgan ropas y medicamentos, y nos alojan en una especie de fortaleza muy bien acondicionada… Una cama en tierra firme, ¡no me lo puedo creer! Ahora aquí sentado disfruto de un paisaje maravilloso, el sonido y el olor me transporta tan lejos de aquí… Tenía razón, nunca volveré a La Palma, pero siento estar allá cuando observo el ir y venir de gentes, el carácter de esta isla y sobre todo el romper de las olas constantes y desafiantes.
Mi tierra querida, he encontrado a tu hermana mayor en Cuba.

CONTINUARÁ...


viernes, 13 de mayo de 2011

LA ALARGADA SOMBRA DEL VOLCÁN.

 Odio los atascos y más en Julio, el calor se pega y no te deja pensar. Quizás no sea tan malo, últimamente pienso demasiado. Puede que por eso me haya gastado el dinero que casi no tenía en el basket, o tal vez sea por que mi equipo, los San Antonio Spurs, están camino de conseguir otro anillo de la NBA. Ya no sé ni lo que digo, amo el basket, por qué no iba a venir.

 Pero, cómo no voy a pensar. Voy a ser padre, padre de un niño que no conocerá a su abuelo. Tampoco es que yo lo conociera en demasía. Mis padres se separaron siendo yo tan pequeño, que su presencia se limitó a partidillos y regalos. Ahora me doy cuenta, nunca le pregunté tantas cosas. Hubiera podido saciar la curiosidad gigantesca que ahora tengo.
 Ya hace un mes. Un mes de treinta días de desconcierto, desconcierto que se convirtió en rabia, en aflicción y finalmente en millones de pequeñas y grandes preguntas que hace que lo eche más de menos.
 Si supiera que tres días después de enterarme de su muerte tuve que ir a recoger sus cosas al despacho de la Universidad y acabé leyendo sus libros, sus notas, no se lo creería. Ahora me arrepiento de no haberlo escuchado más, de no atender a las clases magistrales de Historia que me daba. Recuerdo que le brillaban los ojos, como sonreía cuando hablaba de América y de todos los pequeños detalles que llegaron a hacer a este país de emigrantes en un país con fobia a la emigración, pero que sin ella, no hubiera llegado a ser lo que es hoy. ¡Vaya! Al final sí que se me quedó algo.

 Llevo más de tres semanas leyendo las miles de páginas que conforman las notas de décadas de trabajo en la Universidad. Tanta información que en ocasiones me aburre soberanamente, y en ocasiones me divierte más que la mejor de las novelas. Pero nunca imaginé la casi obsesión que sentía mi padre por una historia sencilla y casual como era la fundación de nuestra ciudad, San Antonio. Algo que se aprende en los colegios y que yo hubiera jurado que ya lo tenía todo escrito. Pero mi padre fue más allá, llegó hasta los personajes, llegó a escudriñar el factor humano de una historia apasionante salpicada por el omnipotente azar, las ilusiones y el amor a una tierra que esas personas dejaron atrás, trayéndose consigo la esencia de un pueblo hecho con sal, vino, gofio y fuego. Bueno, era así como los describía mi padre, incluso llegó a comprarse guías turísticas de las islas de las que venían nuestros fundadores.
 Canarias; jamás he oído hablar de ellas, hasta hace dos semanas que las encontré, por primera vez, entre las notas de mi padre. Pertenecen a España, pero se encuentran en África. ¿Quién se va a fijar en algo tan pequeño justo al lado de un desierto? Pero son ciertamente fascinantes, mi padre no se equivocaba.
 He avanzado pocos metros. Cuando hay partido la ciudad se paraliza, y más cuando lo que hay en juego es un anillo. Qué ciudad más grande. Americanos, hispanos, chinos, árabes. EEUU se compone de tantas culturas y yo sé tan poco de cada una de ellas. Todos deberíamos empezar por conocernos a nosotros mismos, de dónde venimos, el por qué de nuestras costumbres, nuestra religión, nuestra comida…

- ¿Sabes que el vino ha sido nexo entre civilizaciones a lo largo de la historia? - me decía mi padre siempre que saboreaba un Merlot, su vino favorito. - El vino ha unido y arruinado naciones. Ha dado a conocer mundialmente regiones pequeñísimas que producían caldos dignos de reyes y dramaturgos.-

 Ahora sé que se refería a Canarias, ojalá hubiera escuchado el resto de su discurso, pero siempre, alguno de los dos, acababa teniendo prisa.
 Por fin dentro, el estadio está que se cae. Lleno absoluto. Más de 18000 personas rugiendo nerviosas.  El corazón se me va a parar en cualquier momento. No tendría que haber venido sólo, así podría hablar con alguien. Aunque seguro que lo aburriría con todo lo que ahora sé. Unas islas, un barco, un viaje que hizo posible la realidad que hoy vivimos todos los que estamos aquí, sin embargo, me parece ser el único que sepa toda la verdad… ese diario ¿sería real?, ¿estaría mi padre ante el descubrimiento de su carrera?…


CONTINUARÁ...