jueves, 2 de junio de 2011

LA ALARGADA SOMBRA DEL VOLCÁN. (Tercera parte)

Día 12 de Mayo de 1.730


Continuamos en Cuba. Llevamos dos días recuperando fuerzas. Es extraño como sigue moviéndose todo, aún estando en tierra. Si no fuera por que soy isleño diría que es la isla la que se mueve, pero los marineros nos advirtieron... "muchos días en la mar y ésta invade tus sentidos hasta que logres hacerla salir".
Vamos a estar aquí algún tiempo, así podemos recuperarnos y yo puedo escribir un poco más, en el barco era casi imposible. Juan bromea y dice que al llegar me nombrará cronista de ese nuevo pueblo. Soy el único que está recogiendo a tinta lo que sucede, pero he de decir que cada vez más pienso que no llegaremos a nuestro destino. Todavía, nos quedan dos travesías más y ya el mar nos enseñó las fauces con intención de engullirnos, creo que a la próxima lo logrará. 
No me importaría quedarme aquí, nos están tratando muy bien y hay algo que me recuerda a mi isla. Bien es cierto, que son muchos los canarios que han venido a ocupar esta tierra, pero quizás sea el olor a frutas y mar, el que me transporta. 




Día 17 de Mayo de 1.730


       Ya hay una semana que llegamos. Una semana que ha servido para sorprendernos y maravillarnos de las diferencias entre dos tierras que, a priori, parecían iguales. Aquí el calor no da tregua, y de calor sabemos bastante; Canarias es cálida, y Lanzarote puede llegar a ser puro fuego. Pero aquí el fuego es húmedo y se pega e impide respirar. El mar se despliega sinuoso conquistándote con su agradable temperatura, llamándote a beber de su sal, hipnotizándote ola tras ola. Nuestro mar, en cambio, permanecía frío y cuando despertaba airado era capaz de engullir al más experto de los pescadores. Esta tierra es fértil y gozan de una gran variedad de frutas de las que jamás había oído hablar, sin duda, un paraíso de sabores agrios y dulces que despiertan el paladar. Pero echo de menos nuestro gofio, que se terminó durante la travesía, y el sabor intenso de nuestros vinos. 


Día 24 de Mayo de 1.730


Me estoy acostumbrando a esto de poner la fecha. El capitán del barco así lo hacía y lo encontré útil. 
Hoy nos han comunicado que partiremos en poco más de un mes. Una familia más nos acompañará, estos canarios ya se hallaban aquí y quieren participar también de esta gran aventura. Y así ha sido, una gran aventura que me ha aportado un conocimiento que pensé, jamás descubriría. El ambiente en el grupo se enardece, el recuerdo de los grandes conquistadores resuena en las palabras exaltadas de Juan y nos contagia su entusiasmo. 
Me pregunto como será esa nueva tierra. Ésa que será nuestro hogar. 


Día 27 de Mayo de 1.730


Los días se caen y ya se nota el nerviosismo por el viaje. La noticia ha disparado nuestros sueños y todas las conversaciones giran alrededor de ese momento. 
Las parejas más jóvenes se encuentran exultantes de energía, yo ya tengo 30 años y como otros tantos hablamos con cautela; pues, el viaje que nos queda, se antoja arduo. Pero no es cuestión de desmoralizar y mucho menos a Jose y Candelaria, que se encuentran aún inmersos en la felicidad de su recién unión. Quizás sean ellos los primeros en poblar nuestra ciudad. Espero darle a la ciudad hijos de los que enorgullecerme. Hijos que sean parte de la historia, como lo va a ser su padre.


Día 3 de Junio de 1.730


Hoy por fin me he dado un paseo yo sólo, he caminado por las calles de La Habana, he visto lo que ellos ven, viven y sienten. Un señor muy amable me ha contado la realidad cubana, lo mal que lo están pasando, las continuas guerras que prácticamente los han dejado sin comercio. Como nuestro rey, Felipe V, ha explotado al máximo un recurso muy querido en estas tierras, el tabaco, el cual debo decir es excelente. 
Esta isla ha vivido auténticas atrocidades en los últimos años, ha visto como sus barcos se hundían, como ingleses, franceses y flamencos luchaban por un trozo de un comercio muy lucrativo, siendo los cubanos los únicos verdaderamente afectados, han visto como sus vecinos y amigos resultaban ahorcados por ejercer la profesión de veguero, en estos tiempos que corren se paga muy caro el tabaco. 
Regresé a nuestro refugio con un sabor agridulce, el señor con el que hablé me trató muy generosamente, pero estaba harto de los españoles y se ve que no es el único… ¡Nunca me lo imaginé! Mi país, mi gran país nos da a todos aquellos que queramos la oportunidad de ser unos héroes y, sin embargo, a estos bellos territorios de ultramar los utiliza y deprime económicamente. Ahora no sé que pensar. 


Día 12 de Junio de 1.730


He pasado dos semanas muy interesantes con aquel señor, que en honor a su bondad, merece que su nombre salga en este diario. Don Hermenegildo Diaz, de padres venidos de La Gomera, con un corazón inmenso y que se ha convertido en parte de nuestra familia. Mi mujer y yo hemos disfrutado de sus atenciones, comidas; e incluso, gozamos la otra noche de una fiesta con sabor cubano. Probé un licor embriagador y dulce que a pesar de ser muy fuerte sé que en mi tierra tendría mucho éxito, el ron. 


Día 19 de Junio de 1.730


Nos queda poco más que una semana y ya siento que echaré de menos este espejismo de Canarias. Ciertamente mi mujer y yo hemos encontrado una gran familia en estas tierras. Sólo nos queda disfrutar de los días que resten y rezar para que el que va a ser nuestro hogar sea igual de fértil y acogedor que esta Cuba de tiempo suave y gente maravillosa.


Día 3 de Julio de 1.730


En seis días partimos. Y en dos semanas tocaremos puerto en Veracruz. Otra ciudad, otro mundo. Será la primera vez en mi vida en la que el suelo que pise no sea el de una isla. 
De nuevo el acopio de comida, enseres y demás ocupan todo nuestro tiempo.

Día 8 de Julio de 1.730

     Mañana es el día. De nuevo un cascarón de nuez nos arribará a un puerto diferente, puerto Mexicano en donde el sol besará un horizonte desconocido para nosotros.

CONTINUARÁ...

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